A él le gustan los pendientes

A él le gusta ponerse pendientes. Y vestidos. Y coletas. Y pintarse los labios. Al mismo tiempo le sale la testosterona por la orejas, así que el resultado es bastante chocante, pero tan divertido… Rompe con los esquemas que tenemos en esa mochila pesada que empezamos a cargar desde que nos paren y de la que tan difícil es sacar prejuicios. Alguien le dijo que eso son cosas de chicas y desde entonces procura hacerlo sólo en casa…

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